dilluns, 6 d’abril del 2009

La Bíblia: ¿un libro o una biblioteca?

La primera ocasión que se utilizó el nombre de Biblia para referirse a los textos sagrados judíos fue en Alejandría (Egipto). Fue allí donde se hizo la primera traducción de los textos hebreos al griego, entre los siglos III y II a.C., conocida como “Biblia de los LXX” o “Septuaginta”. La expresión griega utilizada para darle nombre fue biblos, cuyo significado es: corteza de papiro; escrito; libro; documento; etc. De forma que esta palabra hacía referencia tanto al material en el que se escribía (papiro) como al documento en sí. La Carta de Aristeas, escrito judío (en lengua griega) del s. II a.C., es el primer documento que habla de biblos para referirse a la traducción griega de los LXX.

Ya en los primeros siglos cristianos, entre los Padres de la Iglesia (la Patrística), se hizo común utilizar el plural “los libros” (ta biblia) para hablar de la Biblia cristiana. De manera que el nombre que ha llegado a nosotros, Biblia, etimológicamente tiene el sentido de libros, colección de libros o biblioteca. Así que en esta primera aproximación, podemos afirmar que la Biblia es más una biblioteca que un libro; aunque actualmente estemos acostumbrados a verla, con frecuencia, encuadernada en un solo volumen.

La Biblia contiene un conjunto de documentos, escritos a lo largo de aproximadamente diez siglos y, por consiguiente, una literatura diversa. Pero la diversidad no sólo es consecuencia de la distancia cronológica entre los diversos libros, sino también por los distintos géneros literarios que reconocemos en ellos. En la Biblia encontramos historia, literatura sapiencial, épica, poesía, cánticos, novela, textos legislativos, profecía, plegaria, género epistolar, evangelios, apocalíptica, etc. Todo un elenco de géneros literarios; toda una biblioteca con obras literarias bien variadas. Este vasto legado literario y cultural ha dejado su huella indeleble en nuestra civilización occidental y europea. Es una realidad incuestionable.

La Biblia nos permite aproximarnos a una cultura, a un pueblo, a una religiosidad que tanta importancia ha tenido y tiene tanto en Oriente como en Occidente. Es una colección de textos considerados sagrados para un número importantísimo de personas, aún hoy en nuestros días. Aún actualmente su lectura, para muchos, resulta apasionante.

Pero, aun reconociendo que la Biblia es toda una biblioteca, tanto judíos como cristianos la consideramos, la vemos como una obra con un denominador común: en ella descubrimos el plan de Dios para la humanidad, su Palabra, su oferta de diálogo amoroso. Por esta razón hablamos de Biblia, en singular. Los diversos libros de la Biblia, todos ellos, forman parte del canon, es decir, son normativos para la comunidad de creyentes. En ella descubrimos la propuesta de salvación, de felicidad, de sentido para la vida. Y, por eso, hablamos de ella en singular, por su singularidad.

Esta doble perspectiva no es contradictoria; por el contrario, los dos enfoques son complementarios. Desde una perspectiva literaria y cultural, la Biblia es una valiosa biblioteca, donde podemos disfrutar de toda una riqueza de géneros literarios. Y, al mismo tiempo, descubrimos la revelación de un Dios que dialoga con la humanidad y se hace presente en medio de ella.

Javier Velasco Arias

Para más información:
jvelascoa@gmail.com

4 comentaris:

  1. Verdaderamente la Biblia es toda una biblioteca; una biblioteca para el espíritu.
    En ella he aprendido a vivir y a compartir.

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  2. Sovint penso en la importància dels estudis bíblics i de la Teologia en general , en la necessitat d’indagar i d’esbrinar la vida de Jesús, la historicitat o no dels evangelis i d’altres textos bíblics. No es tracta de qualsevol cosa. No és el mateix estudiar un text bíblic que un altre text. Segons Paul Ricoeur, l’estudi de la Bíblia s’ha de fer com qualsevol altre text, només el “contingut”, “la particularitat del seu món simbòlic és el que el fa diferent als altres. La fe però no prové de la Història sinó de la interpretació que fem d’aquesta història: fins i tot en la de Jesús. Hi està en joc la nostra fe. Les nostres veritats no són abstractes . No hem estat seduïts per cap doctrina encisadora. El cristianisme no és una filosofia que ens agradi i a la qual ens hi apuntem. La nostra veritat és Jesús de Natzaret . Hem estat seduïts i captivats per Ell, que és una persona i no pas una ideologia. Hem estat cridats per Jesús de Natzaret, que va néixer entre els jueus, que va viure al si d’una família, que pregava al temple, que treballava de fuster, que va fer seus els esquemes socials i la mentalitat del seu temps, que es va vestir segons els costum de l’època i que va desestimar la seva condició , deixant que el matessin com un malfector i que va ressuscitar.
    Tota la història de salvació, des de l’inici és plena de noms de persones concretes, de gestes personals, de codidianitats , d’històries i d’historietes. Tenim un Déu encaparrat en donar-se a conèixer i a vegades em fa una mica de por, que des d'algunes linees teològiques, ens encaparrem en retornar-lo al seu espai diví, innaccessible, inefable... Si desencarnem la novetat evangèlica, perdem allò més genuí que se’ns ha regalat. Convertir el cristianisme en una gnosi, en una mena de gnosi o en una pseudo-gnosi, és un perill que ens ha acompanyat sempre i que no podem obviar. És del tot necessari afrontar-ho i no donar-li l’esquena.
    Glòria Vendrell i Balaguer

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  3. La Biblia es también singular por lo que han afirmado sus escritores. Unas 40 personas —entre ellas reyes, pastores, pescadores, funcionarios, sacerdotes, por lo menos un general, y un médico—participaron en escribir las diferentes partes de la Biblia.
    Pero vez tras vez los escritores dijeron lo mismo: que no escribían sus propios pensamientos, sino los de Dios.

    Por eso, son frecuentes en la Biblia expresiones como estas: “El espíritu de Dios fue lo que habló por mí, y su palabra estuvo sobre mi lengua”, o: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano, Dios de los ejércitos”. (2 Samuel 23:2; Isaías 22:15.)

    En una carta enviada a un compañero evangelizador, el apóstol Pablo escribió: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente y esté completamente equipado para toda buena obra”. (2 Timoteo 3:16, 17.)

    La Biblia, de acuerdo con lo que afirma de ser palabra de Dios y no palabra del hombre, contesta preguntas que solo Dios puede contestar.
    Por ejemplo, explica por qué los gobiernos humanos no han podido traer paz duradera, cómo puede el hombre hallar la mayor satisfacción en la vida, y lo que el futuro encierra para la Tierra y la humanidad que la habita.

    No obstante muchas veces tenemos preguntas internas sobre estas cuestiones y otras similares.
    ¿Es realmente la Biblia la Palabra de Dios y, que, por eso, pueda dar respuestas válidas como ninguna otra fuente pudiera hacerlo?

    ¿Es anticientífica la Biblia? ¿Se contradice? ¿Contiene historia verdadera, o solo mitos? ¿Realmente sucedieron los milagros que se narran en la Biblia?

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  4. Contestar todas las cuestiones que planteas en tu aportación es algo difícil en poco espacio. Pero intentaré responder a algunas de ellas.
    - La Biblia "es" Palabra de Dios, como tu afirmas y todos los creyentes estamos convencidos y, por eso, sí que es capaz de dar respuestas válidas para la vida personal y comunitaria. Aunque también es palabra humana. Y lo es por dos razones: una porque Dios se revela (habla) en un lenguaje humano y, por consiguiente, contingente (el lenguaje), y eso se ha de tener en cuenta a la hora de leerla, ya que muchas veces en la Biblia encontraremos un lenguaje alejado de nuestros presupuestos culturales y temporales (de ahí la importancia del estudio exegético, cultural, histórico-crítico, antropológico,etc.). Eso también vale para la segunda perspectiva de lenguaje humano: los textos son también palabra humana, escritos por hombres y mujeres de una época y de una cultura y eso también se ha de tener en cuenta para comprender los diversos libros de la Biblia.
    - El resto de cuestiones y muchas más espero que irán apareciendo en los diversos artículos que podrás (podremos) encontrar en este blog, que se va actualizando frecuentemente.

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